domingo, 30 de noviembre de 2008

Despedida...

El ruido del motor del coche siempre le sirvió para relajarse, pero ese dia gris y frio se le antojaba imposible conseguirlo.

Los feos nubarrones presagiaban de todo menos felicidad mientras la madre ponía dirección al hospital. Los niños permanecian sentados en silencio, el mayor delante y los otros dos detrás.

Las ventanas reflejaban la tenue luz otoñal mientras se empañaban debido a la fria lluvia que caía en el exterior.

Dejaron el coche en el aparcamiento y entraron en el enorme edificio. Recibidos por frías paredes y altos techos, avanzaron hacia la habitación que contenía el motivo de su visita.

El olor a desinfectante lo invade todo mientras caminan por esos pasillos de resbaladizos suelos y silencio sepulcral. Suben unas escaleras y llegan a un pasillo plagado de inumerables y feas puertas marrones. La que buscan tiene un 164 gravado justo en el centro.

Avanzan por el desolado pasillo en busca de la puerta, los números se suceden más rápido de lo que todos desean, pues ninguno quiere chocar con la cruel realidad que les espera tras esa vieja plancha de fea madera.

Llegan hasta ella y se detienen. Están allí los cuatro, parados delante de esa puerta sin saber que hacer, resistiéndose a seguir, o quizá solo reuniendo las fuerzas necesarias para hacerlo.

Al cabo de unos instantes la madre toma las riendas de la situación y fuerza el desenlace abriendo lentamente la puerta. Entra sigilosamente en el interior, con los niños siguiéndola como autómatas a un paso de distancia.

Dentro, postrado en una cama, está su abuelo, padre para la madre. La antaño gran y vigorosa figura paternal que desempeñaba ese hombre, yacía totalmente desdibujada entre las sábanas, abatido y desorientado, al saber cercano su final.

Estában alli para despedirse, los niños lo sabian a pesar de que nadie se lo habia dicho. El hombre los observaba con ojos vidriosos y mirada desorientada, como intentando explicar sin palabras lo inexplicable. Intentando justificar algo que escapaba a su comprension: como un hombre bueno y honesto, que hasta hace unos meses emanaba fuerza y felicidad, se habia visto reducido a tan poca cosa, a tan triste final.

Sobraban las palabras y faltaba el aliento, por lo que la madre, después susurrar algo al hombre, dió por finalizada la despedida y se dirigió hacia la puerta. El hombre, con lágrimas en los ojos movia la mano en forma de despedida desde la cama, y los niños gravaban a fuego esa última imagen mientras se alejaban de él para siempre.

sábado, 29 de noviembre de 2008

Con mierda hasta el cuello.

No hay nada que duela más que el sacrificio sin recompensa, la atención sin respesta... y todo eso en general.

Hoy es un buen dia para volver a poner un texto que en su dia ya subí:

Sobre destrozados zapatos desgasta las aceras con su lento deambular, los brazos oscilan muertos a sus costados mientras continua cabizbajo su errático camino. Su mirada, perdida tras ese oscuro pelo, no logra ocultar la locura que anida en sus rojas retinas. Los puños crispados y el gesto torcido, dejan entrever la rabia y desesperación que pugnan por salir y desatrse.

El intenta contenerse, no ceder ante la enorme presión que siente en el pecho. Una lágrima cae veloz por su mejilla.

No soporta, no logra entender, esta absurda, falsa y plastificada sociedad. Esta montaña de falsedades y prejuicios, que al final y sin remedio, lograrán machacarle.


jueves, 27 de noviembre de 2008

Iván Ferreiro - Turnedo

Con falta de tiempo e incapaz de subir videos (no se que coño hago mal, pues antes podía...¬¬), dejo aquí esta letra, preciosa a mi parecer y profunda como pocas.



Desde aquí, desde mi casa
veo la playa vacía
ya lo estaba hace unos días
ahora está llena de lluvia
y tú ahí sigues sin paraguas
sin tu ropa, paseando
como una tarde de julio
pero con frío y tronando
¿se puede saber qué esperas?
¿que te mire y que te seque?
Que te vea y que me quede
tomando la luna juntos
la luna, tú y yo expectantes
a que pase algún cometa
o baje un platillo volante
y la playa llora y llora
y desde mi casa grito
que aunque pienso en abrazarte
que aunque pienso en ir contigo
el doctor me recomienda
que no me quite mi abrigo
que no esté ya más contigo
y yo no puedo negarme pues
el tipo soy yo mismo
estudié mientras dormías
y aún repaso las lecciones una a una
cada día
yo no puedo aconsejarte
ya es muy duro lo que llevo
dejemos que corra el aire
y digámonos adiós.

Aunque siga suspirando
por algo que no era cierto
me lo dicen en los bares
es algo que llevas dentro
que no dejas que te quieran
solo quieres que te abracen
y publicas que no tuve ni valor
para quedarme
yo rompí todas tus fotos
tú no dejas de llamarme
¿Quien no tiene valor para marcharse?
¿Quien no tiene valor para marcharse?
¿Quien no tiene el valor para marcharse?
¿Quien prefiere quedarse y aguantar?
¿Marcharse y aguantar?




unBeso/saludo para el que se pase.^^

viernes, 21 de noviembre de 2008

Cuando no hay nada más que olvidar...

Con vacilante paso y temblorosa mirada, avanzaba el viejo por la orilla de la desierta playa. La tranquila marea moja dulcemente sus descalzos y arrugados pies, a la vez que borra las nítidas huellas que deja sobre la arena, en su precario deambular.

Temblorosa y perdida mirada de grises y acuosos ojos, empeñados al parecer, en buscar algo que solo ellos logran ver. Grises ojos enmarcados en un rostro endurecido y castigado por la edad, que relata mil historias, tantas como las que su mirada oculta, bajo un velo de tristeza y añoranza.

Nadie sabe que está allí, pues salió de buena mañana. Nadie le hecha de menos en casa, pues vive solo y hace ya años que nadie viene para dedicarle un momento, tan siquiera la más mínima mirada.

Prosigue su errante camino mientras los últimos rayos de ese cálido atardecer, iluminan su canoso y desgreñado pelo. Está desorientado, se siente abatido y abandonado. No logra identificar el lugar en el que está, pero eso ya se volvió algo normal hace un tiempo, cuando todo se le empezó a borrar.

Siente miedo y desesperación, al ver objetos o lugares que ahora, y nunca antes, escapan a su comprensión.

Sabe que algo le ocurre, pero no logra ponerle nombre. Él solo busca un hombro en el que apoyarse, una mirada de comprensión... Pero al no hallar nada de eso, se hunde ya sin remedio en la oscuridad de su mente, en esta nueva e inexpugnable prisión.

lunes, 17 de noviembre de 2008

Bajo las olas...

Descarga con fuerza la tormenta contra el puerto y el mar.

Una solitaria figura aguanta sola los envites del mar, encaramada en la roca más alta del dique, se agarra con fuerza a la esperanza para evitar naufragar.

El viento huracanado y la lluvia azotan su arrebolado rostro, que zeñudo y contraído por la desesperación, busca con la mirada alguna señal entre las olas, que devuelva la luz a su roto corazón.

Como cada dia desde hace ya demasiados, acude al dique a esperar. Y entre rocas y lluvia, viento y relámpagos, pasa las horas observando el mar, mordiéndose los labios, esperando verle llegar.

Pero hoy ya no se va. Entrada la noche, tiritando y sin noticias de el. Se da cuenta por fin de que lanzarse al mar, ir a buscarlo, es la única forma de volver a tenerlo a su lado.

viernes, 14 de noviembre de 2008

Recordar lo que siempre estuvo y estará...

He mirado atrás y me a sorprendido encontrar, miles de recuerdos mirándome con ojos vidriosos, esperando la oportunidad, que les permita ser recordados, que les permita volver a hacerme volar.

Y yo no los quiero olvidar, nunca os quise apartar. Seguir sin ti me impide respirar, no puedo vivir sin pensar en que os pude dejar atrás.

Recordar los nombres, dar nueva luz a las vivencias, se me antoja ahora vital.

Sin vosotros pierdo mi esencia, apenas sería una sombra sin vida, una flor sin aroma... necesito recordar.

Vivir sin pensar y dejar la vida pasar, olvidar de donde vienen esas arrugas... es matar tu particularidad.

miércoles, 12 de noviembre de 2008

Hoy una de música...

La falta de tiempo entre semana no me deja otra opción... espero que os guste almenos alguna!


Berri Txarrak:



Dikers:



Nuevenoventaicinco:




Los Piratas:

domingo, 9 de noviembre de 2008

Cálida mirada...

Camina comiendose con cada paso las aceras de la ciudad. Sus bonitas bambas verdes parecen bailar al son de sus gráciles pasos y sus blancas y estilizadas piernas reflejan los frios rayos de luz invernal.

El sigue obsarvándola desde su magnífica posición, en una de las mesas del bar que ocupan la acera. Continúa recorriendo su cuerpo con la mirada, despacio, desglosando cada centímetro que alcanzan sus ávidos ojos, mientras ella se acerca subiendo la calle.

Posa su mirada sobre sus ágiles y contoneantes caderas, realzadas con una vaporosa falda. Da la impresión de que brinca alegremente en vez de caminar. Sube un poco más, deteniendose brevemente en su plano vientre, adornado con una bonita y sensual luna tatuada, para proseguir su lenta ascensión.

Pasa fugazmente, merendándosela, por sus bonitos pechos y elegantes hombros, llegando hasta su cuello, fino y delicado.

Un poco más arriba descubre sus carnosos y rojos labios, perfectos, y siente la apremiante necesidad de besarlos. Inmediatamente descubre una profunda y alegre mirada de vivos y negros ojos, enmarcados en una fina y preciosa cara, rodeada por un precioso y ondulado pelo castaño.

Ya está a pocos metros de él. Y descubre, ruborizándose, que ella a estado viendo como la devoraba con la mirada. Se levanta entre azorado y divertido y va a su encuentro. Ella, con una traviesa sonrisa de reproche en los labios, se acerca a él y le planta un tierno beso en los labios.

Llegaba media hora tarde, después la "regañaría"...

jueves, 6 de noviembre de 2008

Luz...

Tarde o temprano aparecen esas penas, esos miedos incurables que creías olvidados.

La oscuridad espera tras cualquier esquina y no sabes como huir, que hacer… son tus sueños mas tétricos, tus peores pesadillas, que te persiguen sin darte tregua. Sabes que siempre estarán alli, acechando, esperando a que cunda el desánimo o te pares a descansar, para darte caza.

Pero tú estás allí, como un rayo de luz iluminas mi camino y calientas mi corazón... Nada sería yo sin esa luz...

No ceder terreno ante el desánimo, nunca caer en el abatimiento. Esas son las frases que, veloces y sin tregua, repito hasta que me falta el aliento.

miércoles, 5 de noviembre de 2008

Mucho que decir...

Hoy sin mucho que contar o inventar... se admiten ideas, que me hagan fabular.

Paso las horas inventando mundos o imaginando personas, que lejos de la perfección... están más cerca, casi siempre, de la desesperación.

Opuestos a mi, malos reflejos de mis miedos o ansias... siempre son mentiras inventadas o verdades soñadas... deseos frustrados de una vida a veces lejana.

domingo, 2 de noviembre de 2008

Sol...

Podría decirse que el cielo está despejado, de no ser por esas pequeñas motas blancas, que no merecen llamarse nubes, que pasaban rápidas por la fuerza del viento.

El sol lucía alto e intenso sobre sus cabezas. Y todo estaría ardiendo de no ser por la fresca brisa que corría por esos parajes.

Con ese panorama caminaba por el centro de la ciudad. Maldiciendo su largo pelo, que en esos momentos actuaba de microondas, calentandole la cabeza. Ahora le sobraba todo, el pelo, la ropa e incluso las pulseras que siempre llevaba. Que calor.

El asfalto estaba tan caliente que incluso lo sentía llevando bambas, pagaría por tener a tiro una piscina.

Y si ya hacia calor ahora, no quería ni imaginar el que haría al encontrarse con ella... con esa mirada intensa, ese pelo como el azabache y esos labios carnosos que tanto calor le daban...

Como le gustaba ese calor...

sábado, 1 de noviembre de 2008

Gritando enSilencio - Despojos de poeta

En el margen de mi vida
Sólo quedan los despojos
Lágrimas de color negro
Que me oscurecen los ojos.
...
¿Que mas da si caigo al suelo?
¿Qué más da si me levanto?
Buscando un rincón oscuro
Para no escuchar mí llanto.
...
¿Dónde se quedó el poeta
Que buscaba su anarquía,
Que tenía tanta jeta
Y que siempre sonreía?
...
Solo me queda un cigarro
Una voz medio rajada
Una guitarra que suena
Que poco a poco se apaga
Solo me queda esperanza
De seguir gritando libre
Aunque mi alma hecha jirones
Siga estando condenada.
...
¿ Qué más da si caigo al suelo
Y no me sigo levantando?
Si tirado boca arriba
Prefiero seguir llorando
Camino en noche sin luna
En que solo bebo vino
Y que más da el color del fango,
Negro como mí destino.
...
Sólo me queda un cigarro
Una voz medio rajada
Una guitarra que suena
Que poco a poco se apaga
Solo me queda esperanza
De seguir gritando libre
Aunque mi alma hecha jirones
Siga estando condenada.